El Centro de Día “Esperanza” de Coronel Suárez cerró por la crítica situación económica
En una conferencia, con familiares y trabajadores presentes, los responsables del Centro anunciaron la dolorosa decisión de cerrar el Centro de Día “Es...
En una conferencia, con familiares y trabajadores presentes, los responsables del Centro anunciaron la dolorosa decisión de cerrar el Centro de Día “Esperanza” de Coronel Suárez. Rosendo Otegui, presidente de la Comisión Directiva, expresó entre lágrimas: “Nos vemos obligados a cerrar. Los números ya no cierran, y esta vez no encontramos una salida”.
A pesar de haber superado numerosas dificultades en el pasado, Otegui admitió que ahora la situación es insuperable. El Centro de un espacio fundamental para personas con discapacidad. La deuda de aproximadamente $35.000.000 por parte de la obra social IOMA resultó insostenible para su funcionamiento. Desde el Senado bonaerense expresaron su preocupación.
El Centro, que brinda apoyo a familias y empleo a trabajadores, enfrenta un panorama crítico. “No es un problema de mala administración. Las cuentas están abiertas a quien quiera revisarlas. El problema radica en el incumplimiento de IOMA, cuya cápita por cada residente, de $400.000, está completamente desfasada.
Esto, sumado al atraso en los pagos, hace imposible mantener las operaciones”, explicó Otegui. Actualmente, el personal no ha cobrado su salario, y las cargas sociales tampoco han sido cubiertas.
Por su parte, la tesorera Rocío Alonso y otros miembros del equipo recalcaron que han agotado todas las alternativas para evitar esta decisión. “A los chicos hay que alimentarlos y garantizarles el servicio. La sociedad siempre nos apoyó, pero esta vez no alcanza”, añadió Otegui.
Por su parte, Gastón Ruíz Díaz, hermano de una residente, manifestó su esperanza en encontrar una solución: “Este lugar no puede desaparecer. Es el resultado de un esfuerzo enorme. Debemos seguir luchando”.
El cierre del Centro de Día no solo deja en incertidumbre a sus beneficiarios, sino que también refleja una crisis más amplia en el sistema de salud y el acceso a derechos básicos. La comunidad, ahora, espera un gesto de las autoridades para evitar que este espacio esencial desaparezca.