El pasado fin de semana se realizó una nueva edición de la maratón “Espiral se Mueve”, organizada por la Asociación Civil Espiral. La jornada tuvo como epicentro el Parque San Martín y sus alrededores, donde se desarrollaron las largadas y llegadas de las distintas competencias.

La propuesta incluyó la tradicional carrera inclusiva de un kilómetro, destinada a personas con distintas discapacidades, además de las distancias de 5 y 10 kilómetros, esta última la más competitiva. La respuesta fue masiva: más de 900 inscriptos oficiales participaron de las pruebas, consolidando al evento como uno de los más convocantes de la región.

En diálogo con la mañana de la 100.5, Guillermo Camusso, referente de la entidad, expresó su satisfacción por la organización y la gran cantidad de participantes, no solo de Pehuajó sino también de distintos puntos del país. Además, destacó que esta edición coincide con los 10 años de trabajo ininterrumpido de la Asociación Civil Espiral en la comunidad.

Camusso afirmó que “en líneas generales la carrera va logrando que la comunidad se vaya identificando con lo que nosotros proponemos y por eso hay cada vez más familias que participan y gente que acepta el desafío. Se veía muchísima gente el sábado, tuvimos una inscripción récord de más de 900 participantes. Sentimos que nos acompañan en la carrera desde distintos lugares; nosotros generamos el espacio, pero después estos eventos los hacen todos los que van. Hay mucha gente que hace a la carrera desde distintos lugares. Somos un espiral y queremos que cada vez crezca más. La idea es que toda la comunidad se vaya sintiendo partícipe, y creo que eso es lo que está pasando”.

“El objetivo principal es poder visibilizar, correr barreras y mostrar un montón de realidades. La idea era hacer visible algo que normalmente no suele serlo, por eso se pensó hacer las distancias de 1 kilómetro, la de 5 y la de 10. Con eso logramos abarcar un montón. En la primera edición no sabíamos, cuando poníamos la carrera de un kilómetro, y decidimos mostrarla primero y hasta que no termine el último, no largamos las otras. Logramos mostrar la discapacidad de un lado profesional y también desde lo recreativo. Mostramos todo el espectro: hay que desmitificar eso de que solamente el que está en silla lo hace en forma recreativa y para jugar un ratito. No es así, hay gente que se dedica a eso, vive de eso y que tranquilamente lo puede hacer. Está bueno mostrar las dos cosas, para que la gente se dé cuenta de que se puede ser deportista aun estando en una silla”.

“Vino muchísima gente de afuera, hubo gente de Corrientes, La Rioja, Santa Fe, Mar del Plata y con Santi Erbin vinieron varios también. Así como la gente de acá cada vez participa más, la de afuera también. Esta carrera tiene un color distinto y creo que eso, para terminar el año, a quienes vienen solamente a correr también les gusta”, añadió.

TRISTEZA POR EL FALLECIMIENTO DE UN COMPETIDOR

“Luis Roldán era compañero nuestro, con el que estábamos todos los sábados en la academia. Tenía una paraplejia; él compitió en los 5 kilómetros con su silla y, terminando la competencia, tuvo una cuestión cardíaca. Para nosotros fue un golpe muy duro, nos enteramos de esta situación terminando la carrera y encima era compañero nuestro. Lamentablemente son cosas que pueden pasar, aunque cuando pasan te golpean. El consuelo más grande que tuvimos fue cuando estuvimos con su familia y ellos nos dijeron que esto no empañará todo lo que veníamos haciendo, porque Luis en todo este tiempo ha sido muy feliz con la academia y estaba muy ilusionado con la maratón. En algún punto fue como un consuelo que tuvimos, porque la verdad que estamos muy golpeados”, expresó Camusso sobre el triste momento que se vivió durante el evento, tras conocerse el fallecimiento de Luis Roldán, uno de los competidores.

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